
Cuándo era jovencita, pertenecía, como todos los jovencitos (o la gran mayoría) a una pandilla que sentía determinados valores sociales con intensidad. Nos reuniamos en un bar, donde el dueño, comulgaba con los mismos valores y así lo hacía saber, tanto en su comunicación como en detalles como permitir en el local publicidad de grupos afines.
Pero pasó "la moda ideológica". Como suele pasar, aquellos jovencitos, dejaron de serlo y eligieron caminos ideológicos distintos, porqué evolucionaron. Y porqué los tiempos cambiaron y la ideología "de moda" ya no era aquella. El bar cerró.
Puede que nuestra perspectiva del tiempo sea tan limitada por nuestro tiempo promedio de supervivencia individual, que no seamos capaces de ver con perspectiva, y más en terminos comerciales.
Si yo tengo una cafetería en un sindicato, realmente es muy útil (y coherente) comulgar con las mismas ideas. Pero si tengo un negocio cara al público, creo que es muy importante, hacer una clara separación entre "mis ideas" y "mi negocio".
En primer lugar, porque si mi negocio lo he planteado para ganar dinero, está clarísimo que si de alguna manera, sutil o no, hago saber al público mi ideología, habrá muchas personas de ideología opuesta o que sencillamente no le gusta el mundo "de las ideologías", que tan pronto se entere, hará "cruz y raya" a nuestro local. Y aunque ahora hagamos caja, porque sociológicamente hablando, es un buen momento para esa ideología, es posible que el viento de la historia, acabe cambiando y muchos de los que antes eran clientes (porque hay muchos que están siempre con el vencedor, por egoísmo o por supervivencia), ahora no te saludan ni por la calle, por estar marcado.
Si mi negocio lo he planteado para ganar dinero, y no para colaborar en la promoción de alguna ideología, bajo ningún concepto debo mezclar el negocio con la ideología.