martes, 27 de octubre de 2009

Sobre como un error en las características de un envoltorio puede perjudicar la imagen de un negocio pequeño


Hoy me compré una funda para un colchón.

La tienda en la que entré es en general, según criterios de marketing, bastante buena. Bien iluminada, amplia, bien situada, vendedores muy amables y con gran sentido del humor.

Observo, de paso, que muchos se han sumado a la moda de cambiar eso de "rebajas" que legalmente solo se puede hacer en determinados periódos del año, por lo de "outlet", que es la manera en que muchos pequeños negocios sortean la crisis bajando los precios, sin que parezcan estar permanentemente de rebajas.

Lo dicho, una de esas tiendas, donde de entrada, se cumplen varios criterios de éxito potencial.

El caso es que me llevé el protector de colchón. Cuándo llegué a mi casa, mi pareja me dijó : ¿Qué es eso tan sucio que has traído?. Fué en ese momento en el que me fijé que efectivamente, el envoltorio de la funda, pensado para llamar la atención por ser un material natural(creo que es lino), tenía un aspecto de viejo y sucio.

En este caso, en mi opinión, el responsable no era la tienda, sino el fabricante que diseño un envoltorio, que no tuvo en cuenta la evolución negativa del mismo, con el paso del tiempo.

Lo que si tiene que hacer la tienda, en este caso, es informar al proveedor y exigir que se esfuercen en hacer pruebas previas con los envoltorios, antes de que estes productos se exhiban en la tienda, pues a un cliente menos despistado que yo, posiblemente al darse cuenta del estado del envoltorio, lo pierdan como comprador potencial, además de dar una mala imagen de la tienda, como un lugar donde se vende poco y no guardan la debida hígiene (cosa que aquí no ocurría pues se veía todo muy cuídado).
Es decir, la mala previsión de un fabricante puede producir efectos perniciosos en venta y en imagen a un negocio pequeño. Por ello es importante que los canales de comunicación entre ambas funcionen bien, y el comerciante disponga de proveedores atentos a sus quejas, que no olvidemos, como dice ese libro estupendo "son un regalo".

2 comentarios:

Yo siempre digo, tener cuidado hasta con el último de los detalles si queremos encantar a un cliente y si queremos que regrese.

Debemos tener esa atención especial para con ellos, si de ellos depende que nuestros negocios funcionen.

Te felicito Flor muy bueno tu artículo!!!!

Gracias Aiskel por tu feedback. Supongo que lo de ser perfecto/a es difícil, pero en un negocio, creo que hay que proponerse, tener la menor cantidad posible de errores:)

Un saludote
Flor

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