sábado, 28 de noviembre de 2009

24.11.09 Cambios de personal, sin cambios de política sino quieres perder clientes.


Esto me lo ha contado una de mis amigas, hace unos días.


Fué a una peluquería de su pueblo, donde regalan libros, para elegir libremente, lo que es una regalo promocional admirable, porque es una forma original de transmitir cultura.


Hasta hará 4 meses, parece que le atendía otro personal distinto, según ella, de muy buen cáracter y que creaba una atmósfera agradable. Un día cuándo le comentó si podía leer uno de los libros de la librería, fué cuando le dijeron que eran para llevar. Ella tomó uno. Entonces, la peluquera en jefe, le dijo que si le gustaba llevar más, para eso estaban. Entusiasmada, encontró varios que le gustaban, y se marchó con ellos, no sin agradecer el regalo antes.


En la siguiente visita a la peluquería, cogió tímidamente un libro y la peluquera le insistió en que si quería más tomase más. Así lo hizo, no sin cierto miedo, porque casí le parecía abusar.


Así se creó una relación en la que se combinaba la visita a la peluquería con una especie de biblioteca, y que satisfacía a ambas partes.


Mi desafortunada amiga, tuvo la mala suerte, de que la empleada decidiese cambiar de empleo a uno más cercano a su domicilio. Llegó gente nueva, con la que de principio, ya no congenió. Pero mi amiga es una persona muy dulce, y ya la imagino yo haciendo bromas con las nuevas empleadas.


Como hacía siempre, el primer día cogió un grupo de unos 3 libros y se marchó tan contenta. El segundo día, la recibió la empleada que comenzó a utilizar tácticas agresivas de venta, a las que ella no estaba acostumbrada en su familiar relación con el centro, que le preguntó con rentintín (según ella) "si era verdad que tenía alergías a los champus" y ya para rematarla al final, la amable peluquera con el mismo rentintín le preguntó ¿Usted lee mucho, verdad?. Según me cuenta, ella bromeó sobre lo mucho que leen en su casa, pero la otra al ataque directo le dijo "Es que no sé si sabe que aquí no se puede llevar más de un libro por persona". Mi amiga, se enfadó mucho, diciéndole que la empleada anterior es la que le había dicho que cogierá los libros que quisiera y que lo que parecía insinuar con su frase, es que ella estaba robando los libros. Le dijo que los metiera... ya pueden imaginar.


Realmente es más de lo mismo, nadie que entre a trabajar en un comercio debería de hacerlo jamás, sin un mínimo de conocimientos de psicología y comunicación efectiva.


Pero además, el empleador, debe fijar con claridad, para todos sus empleados las normas de trato con el público, entrando en esto, la información clara sobre promociones, de tal manera que la política no esté en función de el empleado de turno, y un cliente pueda vivir situaciones tan humillantes como esta. Yo al menos, no querría perder clientela de una manera tan tonta.




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